¿Qué imagen tienes tú de nuestros mayores?


  La imagen social es el todo, es el constructo que utilizamos para englobar todas las características de un grupo en concreto. Esta imagen se construye a través de las percepciones que la sociedad tiene de ese determinado grupo social, y estas pueden ser tanto positivas como negativas. Según Fernández-Ballesteros (1992), las imágenes y percepciones negativas basadas en falsas creencias sobre el envejecimiento tienen una posibilidad de modificación a través de la difusión de información adecuada en los períodos de formación, sobre todo en períodos tempranos porque es cuando se adquieren los prejuicios a través de la imitación de modelos parentales (Salvarezza, 2002). Por ello, si se complementa la información recibida a través de los modelos parentales con información gerontológica adecuada en los centros escolares se puede crear una disonancia cognitiva que lleve a un correcto ajuste con la realidad.


La imagen de las personas mayores y del envejecimiento está básicamente marcada por los aspectos negativos. Todo gira en torno a que es un proceso de cambio en el que se resalta el declive físico, psíquico y social, de limitaciones, asexuada, vulnerable, decadente y regresiva (Moreno 2010). Esto provoca la creación de un preconcepto nacido en el saber popular (Fernández-Ballesteros, 1992) en el que sabemos que todo el mundo opina y la información se propaga de persona en persona sin necesidad de una fundamentación. Pero actualmente, se está observando un cambio positivo hacia la imagen de las personas mayores, en el que ya no existe sólo la imagen negativa sino que está emergiendo una más positiva. En esta nueva imagen, las personas mayores son percibidas como un grupo heterogéneo en el que ya no es tan importante la edad, sino los rasgos específicos de personalidad y las experiencias vitales de cada miembro. De esta forma, va quedando desterrada la imagen que describe a las personas mayores como pasivas, ancladas en el pasado y con una visión negativa de la realidad (Santamaría, López de Miguel, López Ugarte y Mendiguren, 2002). Cada persona es única y vive los cambios producidos por la edad de una forma diferente (Libro blanco del envejecimiento activo, 2010). Pero aún así, en el proceso de cambio en el que nos encontramos existen autores que todavía indican que la imagen de las personas mayores continua estando caracterizada por la soledad, la dependencia y por la pérdida de habilidades  (Lehr y Thomae, 2003).
La imagen social está relacionada con el estatus social, y este estatus viene determinado por el rol que desempeña una persona en el grupo o colectivo al que pertenece, costumbres y funciones que desempeña en él, pero cada persona desempeña un rol en esta sociedad y este rol se adecua a lo que los demás esperan que se haga  (Hernández, 2006).
La Autoimagen es un aspecto importante porque viene relacionado con el rol que desempeña una persona en la sociedad. Esta autoimagen que tienen las personas mayores sobre sí mismas se ve influenciada, como indica Carbajo (2009),  por variables personales o biológicas y por las normas sociales. Las normas sociales son las que indican a cada grupo de qué forma tiene que actuar hacia los demás, y a partir de estas normas la sociedad se hace una idea de cómo deben actuar cada uno de los grupos. Uno de los problemas que resulta de este acatamiento de las normas sociales es la profecía autocumplida, en la cual existen unas falsas creencias y prejuicios que conllevan a la persona a actuar según estas falsas creencias para no salirse de las normas sociales. Estas profecías autocumplidas son unas ideas preconcebidas que marcan a la persona cómo tiene que actuar y qué se espera de ella (Montorio e Izal, 1999).
La autopercepción  que tienen las personas mayores sobre sí mismas dista un tanto sobre la que tienen sobre su mismo grupo de edad. Según Hernández Rodríguez (2003) basándose en una encuesta realizada por el CIS sobre autopercepción, señala que las personas mayores creen que la sociedad las ve como molestas, inactivas, tristes, divertidas y enfermas (ordenado de mayor porcentaje a menor). Y  la autopercepción que tienen sobre sí mismas es: divertida, triste, inactivas, enfermas y molestas. Observamos que esta opinión se diferencia de la anterior según opinen sobre uno mismo o sobre su grupo de edad.
   
Una de las influencias sociales importantes para toda la sociedad y por supuesto también para las personas mayores es la de los medios de comunicación social. Estos medios influyen en las personas mayores tanto positiva como negativamente (Lehr y Thomae, 2003). Los medios de comunicación transmiten constantemente las imágenes sociales que quieren vender.

Actualmente tanto programas como anuncios televisivos transmiten una imagen de las personas mayores bastante distorsionada. En nuestra sociedad, podemos observar que la publicidad transmite imágenes cotidianas en la que las personas mayores no tienen espacio e incluso no aparecen (Freixas, 1998) o es escasa (Sánchez y Bódalo, 1999). Cuando aparecen se transmiten tanto imágenes positivas (ancianos como personas maduras, lo bueno es lo tradicional, lo de siempre) como negativas (enfermedad, discapacidad, usuarios de medicamentos continuos). Aún así, la vejez tiende a ser representada de una forma estereotipada y negativa (Freixas, 1998).

No sólo se transmiten estas imágenes a través de programas o anuncios televisivos, sino que también se transmiten a través de prensa escrita y revistas.

En un estudio realizado por Freixas (1998), éste observó cuál era la imagen que la publicidad televisiva ofrece de las personas mayores teniendo en cuenta las diferencias entre ambos sexos. Los resultados mostraron que existe poca aparición de las personas mayores en los anuncios publicitarios y que a razón del sexo, los hombres aparecen más que las mujeres (Freixas, 1998, Sánchez y Bódalo, 1999). Un estudio realizado por Lee (2004) analiza anuncios televisivos emitidos en diferentes cadenas de televisión y los resultados muestran que el 78% de los anuncios en los cuales aparecen personas mayores están relacionados con cuestiones de salud y con medicamentos. Del total de anuncios analizados el 3% fueron anuncios de servicios y productos antienvejecimiento. Esta autora concluye que estos resultados tienen una implicación global referida a la perspectiva de la sociedad ante el proceso de envejecimiento.

Sánchez y Bódalo (1999) analizaron 25 spots publicitarios de ámbito nacional y encontraron que en pocas ocasiones el spot va dirigido a las personas mayores, por otra parte, utilizan la imagen de la persona mayor para resaltar lo que les interesa y para anunciar productos a un sector más amplio de consumidores de la población. Por ello, concluyen que se está instrumentalizando la imagen de la persona mayor.
Ahora os invitamos a reflexionar sobre tema… ¿qué  imagen tienes tú de nuestros mayores?


Referencias bibliográficas
Carbajo, M.C. (2009). “Mitos y estereotipos sobre la vejez. Propuesta de una concepción realista y tolerante”. Ensayos, Revista de la Facultad de Educación de Albacete, 24, 87-96.
Fernández Ballesteros, R. (1992). Mitos y realidades sobre la vejez y la salud. Barcelona: SG Editores. Caja de Madrid.
Freixas, A. (1998). “La mires como la mires, no las verás”. El doble estándar del envejecimiento en la publicidad televisiva. Comunicación y cultura, 3, 29-40.
Hernández, G. (2003). Mayores: aspectos sociales. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, 45, 133-151.
Lee, M. (2004). Representation of older adults in television advertisements. The Gerontologist; 44(1), 207.
Lehr, U. y Thomae, H. (2003). Psicología de la senectud. Proceso y aprendizaje del envejecimiento. Ed. Herder.
Libro blanco del envejecimiento activo (2010). IMSERSO. Madrid
Montorio, I., Márquez, M., Losada, A., Izal, M. (2003). Barreras para el acceso a los servicios de intervención psicosocial por parte de las personas mayores. Psychosocial Intervention, 12 (3), 301-324.
Moreno, A. (2010). Viejismo (ageism). Percepciones de la población acerca de la tercera edad: estereotipos, actitudes e implicaciones sociales. Revista Electrónica de Psicología Social «Poiésis», 19.
Salvarezza , L. (2002). Psicogeriatria. Teoria y clinica. Buenos Aires: Paidós.
Sánchez, P y Bódalo, E. (1999). La imagen del mayor en los spots publicitarios de televisión. Rev. Mult. Gerontol. 9, 233-242.
Santamaría, C., López De Miguel, P., López Ugarte, P. y Mendiguren, V. (2002). Percepciones sociales sobre las personas mayores. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales: IMSERSO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buscar