Los momentos de locura se alternaban con prolongados momentos de lucidez que me resultaban insoportables. Durante estos ataques de inconsciencia total bebía, y sólo Dios sabe en qué cantidad y con qué frecuencia. Obviamente, mis amigos achacaban la locura a la bebida y no la bebida a la locura.
EDGAR ALLAN POE
En ocasiones el alcohol, el juego u otras adicciones, son la consecuencia de algún otro problema anterior sin resolver y no el desencadenante. En términos clínicos, a este fenómeno se le conoce como “Patología Dual”. Este tipo de trastornos tienen difícil diagnóstico y es común encontrarse a personas, que no son atendidas debidamente, en clínica, por su conducta adictiva, ni tampoco en las unidades de conductas adictivas, debido a su patología clínica.
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