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Son incapaces de practicar sexo
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Están camino de la senilidad o en la senilidad
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Son personas conservadoras
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Son rígidas
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Son maniáticas
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Son pasivas
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Se muestran carentes de energía
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Son débiles
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Son dependientes”
Lo que la gente suele creer sobre el proceso de
envejecimiento lleva a estereotipos negativos, visiones muy simplistas e
imparciales de cómo son, en general, las personas mayores (Shaie K. y
Willis S. 2002). En ocasiones, son
las mismas personas mayores las que asocian su aspecto externo con su identidad
o dependen de las reacciones de los demás para dar validez al concepto que
tienen de sí mismas (como hacemos todos a veces) pero en ese caso, al percibir
que son tratados como ancianos, pueden reaccionar actuando y pensando como el
estereotipo de los ancianos, lo cual tiene consecuencias perjudiciales (Stassen
Berger, K. 2007) (puedes leer más sobre el edadismo en anteriores artículos
Dejando atrás los estereotipos y tomando una visión más objetiva, basándonos en datos demográficos, (INE 2011) nos encontramos con un importante crecimiento del grupo de la tercera edad o personas mayores en las pirámides poblacionales de los países del primer mundo como España. Pero podemos definir cada vez más a esta tercera edad como un grupo que se mantiene muy activo dado que los avances en el campo de la Salud permiten que disfruten de una calidad de vida importante. Además, las generaciones que actualmente se encuentran en la tercera edad o cerca de ella, son ya generaciones que por el contexto cultural, histórico y socioeconómico que han vivido, gozan de una mayor formación y capacidad de maniobra por el aumento de rentas y de la clase media. Estas circunstancias, así como la pérdida mayoritaria de la familia extensa, advenimiento de la familia nuclear o sólo de pareja con pocos hijos, lleva a que muchas personas de la tercera edad busquen actividades que mantengan su independencia, y actividad y les permitan estar conectadas con su generación, es decir que garanticen un envejecimiento activo y saludable.
Los datos demográficos nos hablan también, por otra parte, del
fenómeno de la “cuarta edad” (donde
los mayores de 80 tienen que ser atendidos por sus hijos pertenecientes a la
tercera edad 60 años). Cada vez vivimos más y mejor durante más tiempo, pero
también, cada vez tenemos más
enfermedades asociadas a un “gran envejecimiento”.
Este mayor envejecimiento tiene implicaciones a diferentes
niveles: por un lado, quienes la experimentan están sujetos a un importante deterioro en su calidad de vida; por
otro, el ingreso a esta condición de un miembro de la familia, aumenta los requerimientos de apoyo por parte del
anciano, lo que puede tener efectos importantes sobre estas unidades. (Solis P.
1999)
Actualmente gran parte de los usuarios que conforman Centros
de día y Residencias, pertenecen al grupo de la cuarta edad. Ello hace que tal y como están planteados estos servicios, los centros se vean a menudo limitados a la hora de poder ofrecer
una alternativa de calidad de envejecimiento activo y saludable para
las personas de la tercera edad que lo demandan. (Benitez M. 2003)
En muchas ocasiones son las Asociaciones las que cobran esta función convirtiéndose las
actividades que ofrecen en la única manera para estas personas de seguir
manteniéndose activas y conectadas con su generación. Sin embargo ciertos
objetivos del envejecimiento activo, más relacionados con el área de la salud
que con la participación psico-social, quedan desatendidos.
La OMS (2002)
entiende que el envejecimiento activo se sitúa en la base del reconocimiento de los
derechos humanos de las personas mayores de: independencia, participación,
dignidad, atención y auto-desarrollo. Las políticas de acción que propone para
potenciar los determinantes psicológicos y conductuales del envejecimiento
activo son:
-
Reducir los
factores de riesgo asociados a enfermedades e incrementar los de protección
de la salud a través de hábitos saludables y ejercicio físico.
-
Promover los factores de protección del funcionamiento cognitivo
-
Promover las
emociones y un afrontamiento positivo
-
Promover la participación
psico-social.
Para poder llevar a
cabo estás políticas de acción, es necesario
-
Evitar la discriminación por edad y permitir que las
personas de más edad tengan también acceso
a programas educativos y de capacitación adecuados.
-
Que las personas de tercera edad puedan tener acceso a
servicios de atención de salud que les ayuden a mantener o recuperar un nivel óptimo de bienestar físico, mental,
emocional, así como prevenir o
retrasar la aparición de enfermedades.
-
Que las personas mayores tengan acceso a recursos educativos, culturales, espirituales y recreativos
que les permitan desarrollar plenamente
su potencial y autorrealizarse.
Estos principios fueron aprobados por La Asamblea General de
las Naciones Unidas en favor las personas de edad en el año 1991)
Como cita el escritor e ingeniero italiano dijo el L. de
Crescenzo “Muchos estudian la forma de alargar la vida cuando lo que habría que
hacer es ensancharla”.
Desde PSICOLOGAR nos sentimos comprometidos con este
“ensanchar” y dirigimos nuestras actuaciones a romper con las ideas y
estereotipos negativos, dando a conocer que el crecimiento en la vejez no es
curvilíneo, si no que gracias a la neuroplasticidad cognitiva el crecimiento
siempre es posible. De hecho, en la vejez hay una necesidad más profunda de
creatividad y se trabaja con más apremio (Csikszentmihalyi M. 1998)
Apostamos por una diversificación en los programas que
ofrecemos desde nuestro centro de manera que se vean atendidas las necesidades
de cada grupo de edad,contando con un Programa específico de Envejecimiento
Activo y Saludable basado en el reto, la motivación, el componente lúdico y la
interacción social.
BIBLIOGRAFÍA
Asamblea General de las Naciones Unidas (1991) Principios de
las Naciones Unidas a favor de las personas de edad. Resolución 46/91. Fecha 16
de diciembre de 1991
Benitez Perez. María E. (2003) El sistema de salud frente a
una población que envejece. Octava conferencia de Actuarios y Financistas a
nivel internacional, Montevideo, Uruguay.
Csikszentmihalyi, M. y Csikszentmihalyi, I. (1998) Experiencia óptima: estudios psicológicos del flujo en la
conciencia. Bilbao: Descleé de Brouwer.
Instituto Nacional de Estadística (INE) (2011) Censos de
Población y Viviendas 2011. Publicación online http://www.ine.es/censos2011_datos/cen11_datos_inicio.htm
Organización
Mundial de la Salud (OMS) (2002) Envejecimiento activo: un marco político.
Contribución de la OMS a la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento.
Shaie K. y Willis S. (2002) Effective Health Behavior in Older Adults. New York: Springer publishing company
Solis, P. (1999) El ingreso a la cuarta edad en México: una aproximación
a su intensidad, calendario e implicaciones en el apoyo familiar y social a los
ancianos. Revista papeles de población. Enero-marzo (019) 43-63
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