Según Odell (1988, citado en Bruscia,):
La musicoterapia en el campo de la
salud mental es la utilización de la música para permitir un alternativo medio
de comunicación y expresión donde las palabras no son necesariamente la forma
más efectiva para cumplir los fines terapéuticos del cliente. Estos fines se
trabajan para llegar a desarrollar la relación entre cliente y terapeuta,
haciéndose música práctica como medio primario. Algunos fines comunes en la
musicoterapia son: aumentar la motivación aportando un fórum para la
exploración de sentimientos, Desarrollando habilidades sociales, conciencia de
uno mismo y conciencia de los demás, y estimular el movimiento por medio de la
improvisación y el hecho de hacer música de forma espontánea.
Actualmente el uso terapéutico de la música ha
demostrado tener efectos beneficiosos en pacientes con problemas psiquiátricos.
Y es que como dice Poch (2001): " La música afecta al ser humano en su
totalidad: biológica, física, neurológica, psicológica, social y
espiritualmente"
Por su parte Graham (1980, citado en Murrow y Unikel) afirma
que la musicoterapia “ofrece un elemento de la experiencia humana que la
psicoterapia directa -sin importar qué tan bien se realiza- no puede brindar”
Se ha demostrado que los pacientes psiquiátricos perciben la
expresividad de la música del mismo modo que las personas que no tienen
enfermedad mental. (Shannon, 2002). Y es que a pesar del nivel de severidad de
la enfermedad antes del tratamiento, todos los pacientes son igualmente capaces
de beneficiarse potencialmente de esta modalidad terapéutica (Ross, 2008)
Y es que la musicoterapia añadida al tratamiento estándar,
tiene unos efectos significativos en el estado global, síntomas generales,
síntomas negativos, depresión ansiedad y funcionamiento del paciente. (Gold,
2009)
La música, en este ámbito ha sido utilizada como una
modalidad de tratamiento para mejorar la autoestima, aumentar la socialización,
disminuir los síntomas psicóticos y promover la actividad. Diversos estudios
han demostrado una mejora de la motivación, del ánimo, una reducción de la
ansiedad y aumento de la alerta y conciencia de estados emocionales en
pacientes con depresión y esquizofrenia (Covington, 2001)
Y es que la musicoterapia es una de las terapias creativas
más importantes, constituye una forma expresión preverbal, y en un marco como
la enfermedad mental donde existen dificultades comunicativas, esta disciplina
es el aliado perfecto para abrir los canales de comunicación del paciente
psiquiátrico.
El terapeuta debe encontrar el nivel comunicativo del que el
paciente es capaz y compenetrase con éste. En el psicótico la comunicación
preverbal es más importante que la comunicación verbal. A ello hay que agregar
la música y el movimiento, a través de los cuales se tratará de construir una
relación de confianza con el paciente.
El tratamiento en pacientes psiquiátricos debe llevarse a
cabo en una atmósfera lo más libre de angustia posible, por lo que la
musicoterapia resulta beneficiosa ya que es capaz de representar partes de la
realidad con mucho menor contenido angustioso.
Uno de los objetivos en psiquiatría es que el paciente sea
capaz de interés en la sociedad, ya que seguramente ha perdido su círculo
social y estará en una situación de aislamiento social, en ese sentido una
intervención musicoterapéutica, a través de la relación con el
"objeto" ( un instrumento la propia música...) le ofrece ese
oportunidad ya que esa relación de objeto se puede trasladar a una relación de
personas, ya sea de relación paciente-terapeuta o a través del grupo de improvisación
donde todos los miembros deben asumir determinados roles.
Pero lo más importante es que toda terapia creativa no se
trata simplemente de llevar al paciente hacer algo que le entretiene. El
paciente "crea" un nuevo un producto. Y es ahí donde radica
parte de la importancia de este tipo de terapias, ya que el paciente se
identifica con el producto de su trabajo y proyecta partes de su yo en él .Eso
tiene como consecuencia que el objeto estructurado, configurado, integrado,
reclama, a ese yo disgregado del paciente, con el consiguiente efecto integrador.
La Musicoterapia parece ser también efectiva para reducir
determinados síntomas relacionados con la ansiedad. Se habla en algunos
estudios de resultados positivos obtenidos en pacientes con dificultades para expresar
emociones y en pacientes que tienen cierta resistencia a buscar
tratamiento. (Pino y Salas, 2004)
Un estudio en el que se utilizó la musicoterapia en
pacientes psiquiátricos con diversas patologías en una unidad de agudos
demostró que esta fue efectiva en la mejora de la expresión de emociones y
comunicación de los pacientes. (D’Ulisse, Ferrara et al, 2003)
La música también es utilizada para lograr estados de
relajación profunda el cual permite al individuo armonizar tanto su cuerpo como
su mente; Jauset (2011, pg. 134) señala que “La música es capaz de modificar
nuestros ritmos fisiológicos, de alterar nuestro estado emocional, de cambiar
nuestra actitud mental e incluso de aportar paz y armonía a nuestro espíritu”.
Se utilizan algunos tipos de música para llegar al estado
alfa y de esta forma lograr una relajación profunda, y así bajar los niveles de
ansiedad y depresión; tal como lo señala Hanser (citado por: Pérez 2005:6):
Para personas que sufren Trastorno Mental Grave, la
musicoterapia es “un proceso sistemático de intervención en el cual el
terapeuta ayuda a promover la salud del paciente mediante experiencias musicales y las relaciones que
se desarrollan por medio de ellas, como
fuerzas dinámicas de cambio”. A menudo se percibe como un método
psicoterapéutico, en el sentido de que aborda procesos intra e interpsíquicos a
través de la interacción con la música como medio de comunicación y expresión.
El objetivo de la terapia es ayudar a las personas con enfermedades mentales
graves a desarrollar relaciones y
abordar cuestiones que quizás no puedan desarrollar o abordar mediante palabras. (GPC en TMG. pg.191)
En definitiva, la música, que es una forma de comportamiento
humano, ejerce una influencia única y
poderosa. Por medio de ella, los enfermos y deficientes pueden modificar
su conducta, sea adquiriendo nuevas
pautas o mejorando las que ya tienen.
Bibliografía:
Bruscia, K. (1997). Definiendo musicoterapia. Editorial
Amarú. Salamanca.
España, M. de C. e I. (2009). Guía de práctica clínica
de intervenciones psicosociales en el trastorno mental grave versión resumida.
Madrid: Ministerio de Ciencia e Innovación.
Gold,
C., Petter, H., Krüger, V. and Atle, S.(2009). Dose-response
relationship in music therapy for people with serious mental disorders:
Systematic review and meta-analysis. ClinicalPsychologyReview 29 pp.193-207.
Jauset, J. (2011). Música
y Neurociencia: la musicoterapia. Barcelona: UOC.
Murow, E. y Unikel,
C. (1997). “La musicoterapia y la terapia de expresión corporal en la
rehabilitación del paciente con esquizofrenia crónica”. Salud Mental V 20. Nº3. Pp,35-40.
Organización Mundial de la Salud. (2002). Trastornos
mentales y del comportamiento. (CIE 10). Madrid: Meditor.
Pérez Elizalde, Iratxe. La utilización de las actividades musicales en el
campo de la psiquiatría. Comunicación
presentada en: 6º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis 2005.
Psiquiatria.com. Febrero de 2005. Extraido el 24 de agosto del sitio web: http://hdl.handle.net/10401/3414
Pino,
L. S. (2004). Terapia musical en pacientes psiquiátricos con conductas
suicidas. 9. Extraído el 21 de Agosto de 1013 del sitio web: http://www.nure.org/FICHEROS_ADMINISTRADOR/INV_NURE/Proyecto9.pdf
Poch B., S. (2008) Musicoterapia en
Psiquiatría- Módulo 1,2 Programa
de formación a distancia para especialistas. Barcelona: Profármaco2. STADA.
Ross, S. and others. (2008). “Music therapy: A
Novel Motivational Approach for Dually Diagnosed patients”. Journal of
Addictive Diseases, Vol.27 (1). Pp,41-53.
Shannon, K. and l´Etoile, MT. (2002).“The
effectiveness of music therapy in group psychotherapy for adults with mental
illness”.The Arts in Psychotherapy.
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